Cognizant es una empresa tecnológica con oficinas en grandes ciudades de todo el mundo. No es casualidad.
Cuando se trata de generar empleo en la economía digital, la "revitalización urbana" está a la altura de un sistema educativo sólido, dijo el Presidente de Cognizant, Malcolm Frank, a los gobernadores que asistieron a la reunión anual de la Asociación Nacional de Gobernadores en Salt Lake City la semana pasada.
Citó emplazamientos industriales reconvertidos en centros tecnológicos, como Bakers Square en Pittsburgh y Kings Cross en Londres. "Existe la idea de que en San Francisco, Boston y Seattle se está celebrando una fiesta a la que nadie más ha sido invitado", afirmó Frank.
Aun así, los gobernadores reconocen que existe una enorme desconexión entre las ciudades más importantes del país y las zonas rurales que se preguntan cuándo acabará la recesión. Los gobernadores de estados como Iowa, Kansas, Carolina del Norte y Pensilvania han puesto en marcha programas para reforzar las economías rurales, mientras que Burgum ha lanzado una iniciativa llamada "Reimagining the Rural West" (Reimaginando el Oeste Rural) como presidente de la Asociación de Gobernadores del Oeste.
Dónde se está perdiendo lo rural
La América rural es demasiado vasta y variada para pintarla con una sola brocha. Muchas zonas rurales prosperan. Sin embargo, está claro que, en general, la economía rural se está quedando muy por detrás de los principales condados metropolitanos.
Las zonas urbanas disfrutan de una parte desmesurada del crecimiento económico del país, mientras que el 30% de los códigos postales rurales han experimentado una movilidad descendente en la última década. Solo uno de cada cinco condados pequeños ha creado empresas, en términos netos, desde la Gran Recesión.
La población de las áreas metropolitanas está creciendo, mientras que los condados rurales se han mantenido estables o incluso han disminuido durante la década de 2010. Las zonas rurales están muy por detrás de las ciudades en cuanto a nivel educativo. Tienen un nivel más bajo de participación de la mano de obra, con menos personas per cápita en la edad laboral de 25 a 54 años, debido en gran parte a la emigración.
"Educamos a muchos de estos estudiantes y luego se marchan a buscar trabajo", afirma la Gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem. "Ese ha sido probablemente nuestro mayor reto".
La mayoría de las iniciativas de los gobernadores abarcan temas similares: ampliar la banda ancha, construir viviendas para los trabajadores y, en los estados que no lo han hecho, ampliar Medicaid para apoyar a los hospitales rurales.
Val Hale, directora de desarrollo económico del gobernador de Utah, Gary Herbert, que en 2017 se fijó el objetivo de crear 25.000 puestos de trabajo rurales para finales del año que viene, afirma que un enfoque uniforme no es suficiente.
"Cada condado tiene sus propias necesidades y todos son diferentes", dice Hale. "La gente quiere hacer programas rurales de talla única, y sin embargo tienes una comunidad rural muy relacionada con el turismo, otra muy relacionada con la extracción, y luego otro condado muy relacionado con la agricultura."
Reunir unos pocos millones de dólares para la banda ancha rural o la vivienda puede ser útil, pero los gobernadores deberían concentrarse en cómo gastar fondos mucho mayores en educación y sanidad en las zonas rurales, sugiere Brian Depew, director ejecutivo del Centro de Asuntos Rurales, una organización de defensa y desarrollo de Nebraska.
"Son retos que llevan décadas gestándose y no van a tener una solución rápida", afirma. "Si estos esfuerzos son sólo un fogonazo, no vería ningún resultado significativo de ello".
Con demasiada frecuencia, las autoridades rurales se centran en elaborar un paquete de incentivos para atraer a una sola empresa, en lugar de buscar formas de adaptarse a una economía cambiante. A su vez, esa dirección local suele estar al límite de su capacidad, debido a que los jóvenes formados y con talento buscan pastos más verdes.
Todos estos factores significan que extender la prosperidad a las zonas más rurales sigue siendo un reto espinoso que llevará mucho tiempo superar. Scott Hamilton, director ejecutivo de la Comisión Regional de los Apalaches, dijo a los gobernadores que el trabajo era como construir una catedral en Europa, en la que la persona que pone la primera piedra quizá no viva para ver el resultado final.
"Todo dependerá del liderazgo local", afirma Lynn Rogers, Vicegobernadora de Kansas. "¿Cómo desarrollamos el liderazgo local para que siga persiguiendo el objetivo?".
Dejar que los locales dirijan
Hace un par de años, cuando acudió a una reunión de funcionarios rurales, el gobernador de Utah, Herbert, decidió romper el discurso que tenía preparado. Decidió que había llegado el momento de decirles algo que quizá no quisieran oír: que eran ellos quienes debían resolver sus propios problemas. El Estado se había quedado sin varitas mágicas.
"Les dijo: 'Tenéis que haceros cargo de esto'", recuerda Hale. "Quiero que cada condado del Estado elabore su propio plan de desarrollo económico rural. Estamos aquí para ayudaros, pero no es problema del Estado'".
Posteriormente, Herbert se reunió con comisionados y directores de desarrollo económico de casi todos los condados del estado. El gobernador intenta encontrar formas de ayudarles con sus planes, pero no dispone de un conjunto de subvenciones o programas prefabricados para el conjunto de las zonas rurales de Utah.
Sin embargo, el gobernador está tratando de desplazar una mayor parte de la economía del estado fuera de la zona de Salt Lake. El 80% de la población del estado vive a lo largo del Wasatch Front. Muchos empresarios de la zona son incapaces de encontrar a todos los trabajadores que necesitan, incluso cuando los condados más pequeños de todo el estado están hambrientos de puestos de trabajo.
El Estado ofrece incentivos a las empresas que trasladen puestos de trabajo a condados rurales. HealthEquity, que gestiona cuentas de ahorro sanitario, tiene su sede en las afueras de Salt Lake City, pero ha trasladado 100 puestos de trabajo a Price, una localidad de unos 8.000 habitantes situada 160 km al sur.
Al igual que otras ciudades mineras, Price ha perdido puestos de trabajo, sobre todo desde el cierre en 2015 de una central eléctrica de carbón vecina. Los puestos de HealthEquity han sido "una bendición", afirma Deserae Stevenson, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio del Condado de Carbon.
"Ofrece diferentes oportunidades a la gente en caso de dificultades", afirma. "Tengo un par de familiares que trabajan allí y disfrutan con todo".
Herbert no sólo ha hecho un llamamiento para que más empresas sigan el ejemplo de HealthEquity, sino que también ha empezado a trasladar a trabajadores estatales fuera del capitolio. A principios de este mes, el vicegobernador Spencer Cox anunció que el estado permitirá a 2.500 trabajadores estatales teletrabajar, tras la finalización de un programa piloto que mostró un aumento de la productividad.
"Ganan los empleados, ganan los directivos, gana nuestro aire, gana el medio rural", declaró Cox.
Fortalecer el liderazgo
En Kansas, la Gobernadora Laura Kelly ha creado una Oficina de Prosperidad Rural. La iniciativa comienza con una gira de escucha por las zonas rurales, dirigida por el Vicegobernador Rogers y en la que participan varios funcionarios del gabinete. La gira ya ha recorrido 28 ciudades en ocho regiones, con dos paradas más previstas esta semana.
Rogers dice que la banda ancha y la vivienda siempre surgen, junto con las quejas sobre los recortes a los servicios estatales. "Hemos cerrado muchas agencias en la Kansas rural, así que tienen que llamar a Topeka", dice. "El Kansas rural probablemente se ha visto más afectado que nuestras zonas urbanas en los últimos ocho años".
Pero Rogers afirma que su gira no se centra en lo que el Estado puede hacer por las zonas rurales, sino en lo que éstas pueden conseguir por sí mismas. Trata de averiguar cómo puede el Estado apartarse de su camino y qué es lo que ya están haciendo bien. "En las comunidades rurales se hacen cosas muy innovadoras", dice. "A veces no les gusta hablar de ellas, pero hay grandes oportunidades".
Si las innovaciones y el liderazgo locales son fundamentales, a veces la capacidad simplemente no existe. Muchas ciudades pequeñas dependen de los mismos pocos individuos para ocuparse de prácticamente todo. "La capacidad es el principal problema de las comunidades rurales", afirma Nathan Ohle, director ejecutivo de Rural Community Assistance Partnership, una red de organizaciones sin ánimo de lucro que ofrece asistencia técnica y formación a comunidades rurales. "A menudo tienes un alcalde local que es criador de cerdos y bombero".
Ohle dice que California, Montana y Utah están llevando a cabo programas de liderazgo rural. Los programas, de seis meses de duración, no sólo reúnen para la formación a directores de desarrollo económico, presidentes de colegios comunitarios y propietarios de tiendas de comestibles, sino que, naturalmente, crean conexiones entre ellos, de modo que aprenden a trabajar y planificar en colaboración de vuelta a casa.
El liderazgo sobre el terreno es clave, dice Burgum.
"Tanto si se trata de reimaginar las comunidades en torno a las artes, la tecnología o la innovación, todo ello requiere liderazgo", afirma el gobernador. "Las diferencias que se observan entre zonas tienen menos que ver con la macroeconomía y más con el liderazgo".
Contenido recuperado de: https://www.governing.com/topics/politics/gov-rural-America-National-Governors.html.
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